Tras treinta y seis años y medio dedicado a la docencia me llegó la hora de la jubilación. Y si bien tenía la idea, y quería, que mi salida de la escuela fuese muy discreta, he de decir que me he visto muy gratamente sorprendido, sobrecogido y conmovido por lo vivido el último día de clase.
Querría agradecer al profesorado del colegio y a Antonio como director, por sus atentas y gentiles palabras y por el tiempo profesional que he tenido la suerte de vivir con ellas/os.
No puedo olvidar el agradecimiento al alcalde de Víznar, Joaquín Caballero por haberse acercado y haber participado en este acto dedicándome igualmente unas palabras llenas de amabilidad y cercanía.
Por supuesto, a las/los madres/padres -y AMPA-, por estar siempre ahí en todo tiempo y circunstancia, por su trabajo y apoyo en las actuaciones que he organizado durante mi estancia en el centro, por el detallazo de organizar un acto tan emotivo y entrañable, por las atenciones que han tenido hacia mi persona y mi trabajo, y por los términos tan generosos que me han dedicado.
En mi recuerdo siempre, el alumnado, niñas y niños -lo mejor del mundo mundial- con quienes ha sido un placer trabajar los últimos años de mi carrera profesional, por su nobleza, su interés, atención y esfuerzo por aprender, así como por el respeto recibido. Y también por esa caja tan mágica que llenaron con cartas, dibujos, discos de música, manualidades y un montón de mensajes, todos muy personales, afectuosos y cariñosos: ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!
(¡Ah! E indicar que el alumnado, como me comentaron a posteriori, a pesar de saber con antelación lo que tenían previsto realizar, ninguno/a soltó prenda. Los secretos están a buen recaudo con ellas/os).
Y quería dar las gracias también por todos los detalles y obsequios que he recibido de todo el mundo: profesorado, alcalde, alumnado, madres/padres -AMPA-, … son unos presentes que conservaré y me recordarán el afecto, la cordialidad y la estima que igualmente les profeso.
Por todo, no tengo más que agradecer este tiempo y la despedida que he recibid, que me han hecho sentirme muy dichoso y feliz de ser maestro:
¡M U C H Í S I M A S G R A C I A S!
El maestro Pedro.


